
Controlarán unos 700.000 coches al año, aunque no podrán sancionar
Se cree que la mayoría darán valores por encima de los homologados
Radares que miden la velocidad, radares que controlan los semáforos, cámaras que multan si no se lleva el cinturón y ahora, radares para medir la contaminación de un coche en tiempo real: desde el próximo junio, los vehículos que circulen por Madrid participarán en un ensayo de monitorización de las emisiones dentro del proyecto europeo LIFE GySTRA, liderado por el centro tecnológico vallisoletano Cartif, la empresa OPUS-RSE, el Ciemat y la DGT.
El proyecto se inició en otoño y finalizará en noviembre de 2020. La toma de datos en carretera arrancará en junio de 2018 en Madrid con la instalación itinerante de dos radares que se irán alternando en 13 puntos secretos elegidos.
Los dispositivos sólo medirán los vehículos que circulen por un carril y son novedosos frente a los sistemas actuales que requieren estar instalados en el vehículo. En cambio, la tecnología de teledetección RSD+ permite, mediante el empleo de rayos infrarrojos y ultravioletas de baja intensidad, medir las emisiones «netas» del coche descartando las del entorno. En concreto, el monóxido de carbono (CO), los óxidos y dióxidos de nitrógeno (NO y NO2) y las partículas.
El objetivo último es identificar a los vehículos llamados emisores altos por su alto nivel de contaminación. A sus dueños se les enviará una notificación para que «reparen el coche y si vuelve a ser detectado, entonces será apercibido».
Según Cartif, con esa reparación se lograrían reducciones del 14,8% en el CO; y del 22,7% en NOx, NO, NO2. Incluso si sólo se arreglase la mitad de los vehículos, se ahorrarían a la atmósfera hasta 16 millones de toneladas de CO2 al año.